10 de marzo de 2009.La Ley 14/ 1986, de 25 de abril, General de Sanidad, más en concreto su Capítulo III que trata DE LA SALUD MENTAL establece en su artículo 20:“Sobre la base de la plena integración de las actuaciones relativas a la salud mental en el sistema sanitario general y de la total equiparación del enfermo mental a las demás personas que requieran servicios sanitarios y sociales, las Administraciones sanitarias competentes adecuarán su actuación a los siguientes principios:1. La atención a los problemas de salud mental de la población se realizará en el ámbito comunitario, potenciando los recursos asistenciales a nivel ambulatorio y los sistemas de hospitalización parcial y atención a domicilio, que reduzcan al máximo posible la necesidad de hospitalización.2. La hospitalización de los pacientes por procesos que así lo requieran se realizará en las unidades psiquiátricas de los hospitales generales.3. Se desarrollarán los servicios de rehabilitación y reinserción social necesarios para una adecuada atención integral de los problemas del enfermo mental, buscando la necesaria coordinación con los servicios sociales.4. Los servicios de salud mental y de atención psiquiátrica del sistema sanitario general cubrirán, asimismo, en coordinación con los servicios sociales, los aspectos de prevención primaria y la atención a los problemas psicosociales que acompañan a la pérdida de salud en general.Por otro lado, en el marco de la Unión Europea, hay que tener en cuenta que en la Conferencia de Helsinki, celebrada en enero de 2005 bajo el lema Enfrentando desafíos, construyendo soluciones, los y las representantes de los Ministerios de Sanidad de los 52 Estados participantes suscribieron la Declaración Europea de Salud Mental. Esta Declaración considera la salud mental como una prioridad sanitaria, económica y social y, en consecuencia, insta a los sistemas sanitarios europeos a formular estrategias en salud mental que integren la promoción y prevención de los factores determinantes y de riesgo asociados a los trastornos mentales, las intervenciones terapéuticas, la rehabilitación, los cuidados y el apoyo social, potenciando la atención comunitaria y las redes integrales de cuidados y trabajando eficazmente para reducir el estigma asociado a la enfermedad, el enfermo y su entorno familiar.En España, según la Estrategia de Salud Mental del Sistema Nacional de Salud, aprobada por el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud el 11 de diciembre de 2006, “el concepto de valor tiene un significado moral, entendido como comportamiento adecuado a un sistema ético y de creencias. En el campo de la salud mental, la declaración explícita de valores y principios señalaría nuestras prioridades, aquellas cuestiones que deben orientar nuestro comportamiento y nuestros esfuerzos económicos, científicos y normativos. El gasto sanitario ha crecido de forma importante en las últimas décadas. Con el fin de controlarlo, las Administraciones sanitarias han adoptado criterios de gestión empresarial y de mercado, con el riesgo de anteponer la economía a cualquier otra consideración. Dos documentos que contienen recomendaciones sobre la organización y reforma de los sistemas sanitarios en los países de la región europea —la «Carta de Lubliana» (OMS, 1996) y «Valores y Principios Comunes en los Sistemas de Salud Europeos» (Consejo de la Unión Europea, 2006)— alertan sobre este peligro y proponen que las reformas de los sistemas sanitarios se basen, ante todo, en valores y principios.Los trastornos mentales pueden privar a la persona de su capacidad para enjuiciar la realidad correctamente, sin al mismo tiempo percatarse de ello. Una de las consecuencias más graves de esta situación es la potencialidad para llevar a cabo conductas que pueden poner en peligro la seguridad propia o la ajena. La forma de abordar el problema de la seguridad es una cuestión debatida. Las soluciones aplicadas oscilan entre los modelos que priman la seguridad de la población —instituciones cerradas, registros de casos de alta peligrosidad, leyes específicas, etc.— y los que ponen en primer término la protección de los derechos de los y las pacientes —cierre de los hospitales psiquiátricos, tratamiento y rehabilitación en la comunidad, mínima legislación, etc.—.Así pues, los valores morales y la forma de organizar los servicios de salud mental están tan estrechamente relacionados que cuando se trata de presentar una estrategia de salud mental como la presente es imprescindible explicitar los valores y principios que la sustentan.En los últimos años, buscando garantizar la seguridad al mismo tiempo que respetar los derechos de los y las pacientes, se ha ido imponiendo en Europa un modelo organizativo de tipo comunitario para la atención a la salud mental, el denominado Community based mental-health model. Numerosos estudios muestran que, a igualdad de gasto, el modelo comunitario es más eficaz, mejora más la calidad de vida y produce una mayor satisfacción en los y las pacientes y sus familiares que la asistencia en el hospital psiquiátrico. En nuestro país, el modelo de psiquiatría comunitaria está respaldado por la Ley General de Sanidad (1986) y por el informe de la Comisión Ministerial para la Reforma Psiquiátrica (1985)”.Las personas con enfermedad mental y sus familias exigimos a la Autoridad Competente en Madrid, es decir, a la Consejería de Sanidad, simplemente que actúe conforme a la Legislación Española, aplicando la Ley 14/1986 cuyo paradigma es el MODELO COMUNTARIO, no el de Área Única u Hospitalocentrista. Nosotros pensamos que la enfermedad mental necesita un tratamiento que pasa por:1. La atención dentro del ámbito comunitario, desde los CSM con personal suficiente y cercano para atender la demanda: psiquiatras, psicólogos, personal de enfermería y trabajadores sociales, en definitiva, un equipo multidisciplinar que afronte la necesidad de cada caso. Con unas terapias de psicoeducación para usuarios y escuelas de familiares desde los CSM y con una buena atención domiciliaria.2. Disponer de un número de camas dentro de los hospitales generales para atender al paciente sólo en momento de crisis.3. Crear una red de recursos de rehabilitación para garantizar la continuidad de cuidados y la reinserción social, desde EASC, CD, CRL, CRPS, Residencias de media y larga estancia, Hospitales de Día...4. Fomentar la creación de campañas de prevención y sensibilización a la población en general con el fin de reducir el estigma y potenciar así la incorporación total en la sociedad de las personas con enfermedad mental.5. Trabajar también como parte del programa sanitario de rehabilitación, la creación de espacios sociales donde las personas con enfermedad mental puedan acceder a la vida laboral, CEE, empleos protegidos, etc.Si los responsables de la Sanidad Madrileña rompen el Modelo Comunitario que tantos años nos ha costado poner en marcha, para sustituirlo por el de Área Única u Hospitalocentrista, eso significará que nuestros Poderes Públicos Autonómicos estarán eligiendo un camino opuesto al que marca la Ley General de Sanidad de 1986 y la Estrategia en Salud Mental del Sistema Nacional de Salud, aprobada por el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud el 11 de diciembre de 2006. Quienes sufrirán las consecuencias seremos en primera instancia, nosotros, las personas con enfermedad mental y sus familias que vivimos en la Comunidad de Madrid y después el resto de la sociedad madrileña. La ruptura con el Modelo Comunitario nos devolverá, sin duda, a los tiempos en que la enfermedad mental no tenía la estructura de atención adecuada y esto agravaba las patologías de las personas afectadas y las ponía en riesgo de terminar en la calle, en la cárcel o rechazadas por la sociedad.En definitiva, las personas con la enfermedad y sus familiares corremos el riesgo de volver a ser considerados un colectivo en exclusión y no lo vamos a consentir. Han sido muchos años de lucha y de trabajo por la vía legal del reconocimiento de derechos dentro de la Sanidad Pública, que no estamos dispuestos a olvidar. Derechos y protecciones legales a las que no renunciaremos. Más bien, al contrario: vamos a seguir luchando en contra del Plan de Salud Mental 2009-2011 que la Comunidad de Madrid quiere imponer; vamos a seguir luchando porque el Modelo Comunitario en Madrid sea mejorado; y vamos a prestar nuestro apoyo solidario para que el Modelo Comunitario sea disfrutado equitativamente por el resto de Comunidades Autónomas de nuestro país.
Fdo. Asociaciones de personas con enfermedad mental y sus familiares de Madrid: ALUSAMEN, ASAV, AFAEM5, AFEMV.
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